Las joyas de acero quirúrgico se han vuelto muy populares ya que son menos propensas a irritar la piel e incluso porque perduran más en el tiempo.
A diferencia de otros metales, el acero quirúrgico no se oxida, por ende no pierde su tonalidad ni su brillo.
Al mismo tiempo, a pesar de su dureza, brinda todas las bondades al igual que materiales más costosos, permitiendo hacer grabaciones personalizadas. Por último y muy importante, es un material antialérgico para la mayoría de las personas, ya que la cantidad de níquel que tiene es residual, en muy raras ocasiones provoca alergias.
Es por eso te vamos a dar algunos tips sobre cómo se limpia el acero quirúrgico y cómo cuidar algunas joyas de este material.
Para limpiar cualquier superficie o joya de acero quirúrgico y te aconsejamos hacer lo siguiente:
- Aplicá una pequeña cantidad de Cif Crema sobre un paño húmedo o directamente sobre la superficie a limpiar.
- Limpiá la superficie y enjuagá.
- Repasá con un paño seco luego de enjuagar, para dar más brillo.
El método de limpieza, además de ser muy simple y fácil de realizar en casa, es muy efectivo y actúa igual que el bicarbonato de sodio. La diferencia está en que el Cif podemos aplicarlo sobre todas las superficies mientras que el bicarbonato de sodio debemos tomar más recaudos como por ejemplo en joyas con piedras, etc.
A pesar de que el acero quirúrgico no requiere grandes cuidados, sí debemos prestar atención en la forma de guardado. Les aconsejamos que no guardes tus joyas de acero con otras joyas. A pesar de que el acero quirúrgico es muy resistente, sí puede rayarse. Para evitar que esto suceda al entrar en contacto con otras joyas, guardá tus joyas separadas en bolsas pequeñas o en un joyero como ya hemos recomendado en otros artículos.
Esperamos que nuestros consejos te sean útiles para tener tu joyas como nuevas siempre!
Maik